Nuestra participación en Stones Venue representa mucho más que una aportación material: es un gesto concreto a favor de la valorización de la piedra bresciana en el contexto urbano contemporáneo.

 

La obra —que ha ganado el BigMat International Architecture Award 2025 para Italia y ha recibido una nominación a los EUmies Awards 2026— reintroduce la piedra natural en el lenguaje de la arquitectura moderna, devolviéndole un papel estructural —y no únicamente ornamental— gracias al uso de bloques monolíticos que expresan su fuerza, identidad y versatilidad.

 

La colaboración con Associates Architecture, el Ayuntamiento de Brescia, el Botticino Stone District y todos los socios implicados ha sido fundamental para dar vida a un proyecto capaz de unir tradición e innovación. Una intervención que narra la cultura extractiva local e invita a instituciones y ciudadanía a reconocer el valor del patrimonio lapídeo bresciano.

 

Stones Venue es el resultado de un recorrido compartido que ha involucrado a 11 empresas líderes de Brescia y Bérgamo en la extracción de piedra, junto con 9 excelencias lapídeas de ambos territorios. La Cooperativa Operai Cavatori del Botticino participó donando dos bloques monolíticos de Botticino Classico: uno sostiene la cubierta del pabellón, mientras que el otro alberga Madre Cava, la escultura del artista Francesco Paterlini.

 

La elección de ubicar la obra dentro del Parco delle Cave no es casual. Este espacio, antiguamente dedicado a la extracción de material gravo, es hoy una zona verde regenerada y devuelta a la ciudad.
La vista directa sobre la cuenca extractiva crea un poderoso vínculo simbólico: un diálogo entre el pasado industrial y un presente sostenible, entre el lugar de origen de la piedra y la obra que hoy la representa.
Un verdadero gesto de restitución al territorio.

 

Stones Venue no es solo una arquitectura, sino una invitación a redescubrir y poner en valor nuestra piedra en obras públicas y privadas, integrándola en proyectos de desarrollo urbano e infraestructural.

Es un espacio pensado para la comunidad: un punto de encuentro, refugio y socialización dentro del parque.

 

Para nosotros, es un manifiesto cultural que celebra la memoria extractiva y la transforma en futuro, promoviendo la piedra bresciana como una riqueza viva de la identidad histórica, geológica y productiva del territorio.

 

Un proyecto coral que lleva nuestro Botticino Classico —y con él, la identidad de nuestra comunidad— al escenario internacional de la arquitectura contemporánea.

 

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